martes, 5 de abril de 2011

HÁGASE LA LUZ

HÁGASE LA LUZ
Y  LA LUZ BRILLÓ SOBRE LA  ESPANCIÓN DE LA MATERIA OSCURA QUE ES NUESTRA CONCIENCIA


Hágase En la página 268 del libro =CRISIS DE IDENTIDAD EXISTENCIAL= se encuentra  el tema titulado =HÁGASE LA LUZ= y lo incluyo también en este trabajo por su estrecha relación que guarda con el proceso de iluminación de la conciencia cuando el espíritu despierta en el hombre. Espero haber sido  lo suficientemente específico para hacerme entender:
“En el principio—se dice en el Génesis—creó  Dios los cielos y la tierra”  En el primer día el espíritu dijo: “Hágase la luz”, y llegó a haber tarde y mañana de un primer día creativo.  “Ahora bien, sucedía que la tierra se hallaba desordenada y la desolación la cubría. La oscuridad se encontraba sobre la superficie de las profundidades acuosas; y el Espíritu de Dios se movía de un lado a otro sobre la superficie de las aguas”
 En estos momentos en que Dios contemplaba la  oscuridad, la confusión y el caos que reinaba en el polvo, solo dijo: “Hágase la Luz”, y la Luz brilló sobre la tierra. Y la tierra fue iluminada por la Luz de Dios. ¿Sabe usted lo que todo esto quiere decir?  Esa Luz no era la Luz de ninguna estrella, y lo que se estaba iluminando tampoco era este planeta. ¿Sabe por que? Por que  según el génesis, el sol fue puesto para que iluminara este planeta hasta el cuarto día creativo, y dado que la tierra surgió del sol, entonces la tierra tampoco existía en ese tiempo. ¿De qué luz está hablando el génesis entonces? Señores, no debemos entender de manera literal la escritura de la Biblia. La historia de la creación es una gran metáfora, y su significado es esotérico. La luz a que se refiere el génesis, es  la Luz del gran espíritu moviéndose sobre los cuerpos materiales de este universo. Pero la metáfora de la creación va mucho más allá del  macrocosmos. También esta dirigida al microcosmos o universos en miniatura como lo es el hombre.
Apliquemos ahora esta metáfora universal  a la iluminación de la mente del hombre, y veremos cómo aplica  a la luz del conocimiento, mediante el cual, el espíritu se encarga de brillar sobre la esfera de la mente y el  cerebro del hombre para que salga de la oscuridad y de la confusión en la que vive:

HÁGASE   LA   LUZ: Antes de que un espíritu despierte,  su materia cerebral y su mente se encuentra en la  ignorancia y la confusión.  Antes que la luz del espíritu se manifieste y brille sobre la expansión de la  conciencia, ese microuniverso se encuentra en la oscuridad, en la incertidumbre y en el caos.
 A eso se refiere la metáfora de la creación al decir: Las tinieblas cubrían la superficie y las profundidades de la conciencia.  Un día, la luz del conocimiento comenzó a moverse de un lado a otro sobre la confusión de las tinieblas. Entonces comenzó a darse la separación entre la confusión y la certeza, entre lo que es y lo que parece ser, entre la ignorancia y el conocimiento. Entonces el espíritu  de conocimiento dijo: hágase la luz de la sabiduría, y la sabiduría apareció sobre la expansión de la mente; y el espíritu observó que era buena la luz de la sabiduría. Entonces dijo: brille la luz sobre la expansión de la conciencia todos los días en que el hombre viva sobre la tierra, e ilumine sus mañanas y sus tardes. Entonces dijo: Es bueno haber creado la sabiduría del conocimiento sobre la oscuridad de la mente. Entonces el espíritu creador, le dijo a la conciencia que había iluminado: se fructífero y productivo todos los días de tu vida en que vivas sobre la superficie de la tierra. Y luego agregó- Se creativo, y que la luz de la razón brille sobre ti, tus hijos y los hijos de tus hijos; para que la oscuridad nunca vuelva a tener poder en tu mundo, y  la ignorancia nunca lleguen a obstruir la luz de tu  conciencia. La luz de Dios es la luz del conocimiento.
Y el Espíritu de Sabiduría, vio, que lo que había hecho era bueno, y pasó a descansar en el interior de la mente de sus hijos para  observar y  esperar el momento en que ha de repetir otro génesis en cada uno de ellos. Y así pasaron las mañanas, y las tardes. Y  al través de las auroras y los amaneceres de los tiempos, la luz continúa brillando sobre la ignorancia, sobre la oscuridad y sobre la conciencia  espiritual de la tierra, que es el   hombre de  barro, FIN Correo electrónico--raul_velazquezrubio@hotmail.com

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