martes, 5 de abril de 2011

POEMA: PEREGRINO Y ESCLAVO DEL MUNDO

POEMA: PEREGRINO  Y   ESCLAVO  DEL   MUNDO

El siguiente tema  fue extraído de un libro autobiográfico que escribí en el 2006, con  el título de =CRÍSIS DE IDENTIDAD EXISTENCIAL= =AUTOBIOGRAFÍA DE UN ESPÍRITU EN BUSCA DE LA LUZ= El tema es de naturaleza metáfora poética, y se encuentra en la página 353. El libro consta solo de dos ejemplares que mandé encuadernar, por lo que aún se encuentra en estado de inédito. Lo quise agregar en este  trabajo  porque viene al caso con el tema que venimos tratando, y está dedicado a todos aquellos peregrinos del camino de la luz, y que no han podido liberarse de las materialidades de este mundo, espero lo entiendan: 
-Cuando la magia de la belleza natural, hechiza los sentidos del hombre recién llegado, este se enamora de la imagen y cae rendido ante la deslumbrante y mágica belleza de la forma.
-En el borroso recuerdo de  escenas perdidas y  nostalgias olvidadas, el hombre se funde con la única forma que conoce, como si quisiera revivir la historia de un pasado lejano, rindiendo su voluntad a la materia y a su embrujo de promesas incumplidas.
-Recorriendo el camino de la vida entre las sombras, las espinas laceran la piel del peregrino: Incertidumbres, dudas y temores, llenan el drama del  sendero, quiero avanzar pero no puedo, ¿Este es el fin de mi destino?
-Cargando el mundo en mis espaldas, no puedo ver a donde voy, sin poder voltear a tras, tampoco se de dónde vengo. Hace mucho tiempo que al cielo no volteo, el polvo de la tierra nubla mis sentidos, y a donde quiera que voy recojo las piedras del camino.
-Cansado de la forma y vencido por el tiempo, el pesado mundo resbala de mis manos: quiero seguir pero no puedo. Solo, y al final del camino me he quedado.
 ¡Esa es la liberación!, Me dice la voz del viento, sin embargo,  Si eso es cierto, ¿porqué  pesa tanto el alma cuando está vacía? El hombre natural, al ser parte de la forma no es realmente libre para hacer su voluntad. Al ser atrapados sus sentidos, sin saberlo,  prisionero y  esclavo viene siendo de su animal escondido.  ¡Libérate!, me dice el sonido del silencio, pero  el eco se pierde en la distancia. Nada tengo, nada soy, nada existe, nada llevo en mi equipaje; y sin embargo, ¿Por qué pesa tanto el alma cuando está vacía?  ¡Un vaso, para poder ser  bebido, primero tiene que ser  llenado, y si se ha vertido, debe volverse a llenar!, me gritaron  las nubes con su lluvia;  refrescándome, y llenando mi alma con su aliento, y desde entonces pude entender que era libre,  y pude sentir que  ya no pesa mi equipaje, FIN. 
Correo electrónico: raul_velazquezrubio@hotmail.com

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